Jerusalén / Teherán / Washington – 18 de junio de 2025
Una grave escalada militar entre Israel e Irán ha estremecido a la comunidad internacional tras seis días consecutivos de ataques aéreos, bombardeos y amenazas diplomáticas. Es la confrontación más directa y violenta entre ambas naciones en más de cuatro décadas, con un saldo trágico de víctimas, daños a infraestructura crítica y una tensión geopolítica sin precedentes.
Según informes de El País, Reuters, The Guardian y medios independientes verificados, Israel ha ejecutado una ofensiva aérea masiva con más de 50 cazas contra al menos 30 objetivos estratégicos iraníes, incluyendo instalaciones nucleares, bases militares y depósitos de misiles en Teherán, Karaj e Isfahán. En respuesta, Irán ha lanzado una serie de misiles balísticos y drones explosivos sobre Tel Aviv, Jerusalén y otras localidades del centro del país, causando múltiples víctimas civiles y daños materiales considerables.
Estados Unidos entra en escena
La Casa Blanca ha confirmado el despliegue de portaviones, destructores y unidades militares adicionales en la región del Golfo Pérsico. Asimismo, ha activado protocolos de evacuación para ciudadanos estadounidenses en Israel mediante rutas aéreas y marítimas. El expresidente Donald Trump, en declaraciones desde Florida, exigió la «rendición incondicional de Irán», aunque pospuso una ofensiva directa por el momento.
Por su parte, el líder supremo iraní, Ali Khamenei, advirtió en cadena nacional que cualquier intervención extranjera, y especialmente por parte de Estados Unidos, “abrirá las puertas a una guerra total y regional irreversible”. Voceros iraníes declararon que el país se encuentra en estado de máxima alerta defensiva.
Víctimas y censura informativa
Hasta el momento, fuentes oficiales iraníes reconocen al menos 224 muertos, mientras que organizaciones humanitarias internacionales estiman que la cifra real podría superar los 600 fallecidos. En Israel, el Ministerio de Salud confirmó 24 muertos y decenas de heridos como consecuencia de los ataques iraníes.
En paralelo, Irán sufrió un apagón masivo de internet y telefonía móvil que afectó a gran parte del país, incluyendo el portal web de la agencia estatal IRNA. La organización de monitoreo digital NetBlocks confirmó caídas severas de conectividad, dificultando el flujo de información tanto interna como externa.
Clamor internacional por una solución diplomática
La Unión Europea, la Organización de las Naciones Unidas, el G7 y potencias como China y Rusia han llamado a una desescalada urgente. Se ha propuesto una ronda de diálogo diplomático en Ginebra, mientras que Rusia ha ofrecido actuar como mediador. Francia y Alemania condenaron públicamente la violencia por parte de ambos actores y solicitaron el cese inmediato de hostilidades.
Repercusiones económicas y regionales
La crisis ha comenzado a afectar seriamente la economía global. El precio del petróleo Brent aumentó un 4 %, alcanzando los 76,70 dólares por barril, lo que podría anticipar nuevas presiones inflacionarias. Varios bancos centrales han detenido decisiones clave ante la incertidumbre geopolítica.
En el plano militar regional, las milicias hutíes en Yemen anunciaron su alineación con Irán y confirmaron ataques contra objetivos israelíes. Esta acción amplifica el riesgo de expansión del conflicto hacia otros escenarios del mundo árabe, elevando la posibilidad de una guerra a escala regional.
Análisis final
La comunidad internacional observa con preocupación los próximos movimientos de Irán, Israel y Estados Unidos. El conflicto no es solo un choque militar regional, sino también un punto de inflexión para la estabilidad global, donde convergen tecnología bélica, diplomacia fallida y desinformación digital. Una chispa más podría desencadenar una guerra abierta en Medio Oriente con consecuencias globales.
Imagen desde una carretera en Teherán mostrando columnas de humo luego de ataques israelíes en instalaciones energéticas .