Por Enfoque Digital | 2 de junio de 2025
En su última Cuenta Pública, el Presidente Gabriel Boric anunció la transformación del penal de Punta Peuco en una cárcel común, poniendo fin a su estatus especial como recinto exclusivo para condenados por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar. Este anuncio ha generado reacciones encontradas en el ámbito político y social, reavivando el debate sobre justicia, memoria y derechos humanos en Chile.
Historia de Punta Peuco
Inaugurado en 1995 durante el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, Punta Peuco fue concebido como un recinto penitenciario especial para albergar a exagentes del Estado condenados por crímenes de lesa humanidad cometidos durante el régimen de Augusto Pinochet. Ubicado en la comuna de Til Til, el penal ha sido objeto de críticas por las condiciones privilegiadas que ofrecía a sus internos, en comparación con otras cárceles del país. Actualmente, alberga a más de 130 reclusos, muchos de ellos mayores de 80 años.
El anuncio presidencial
Durante su discurso, el Presidente Boric afirmó: «Tal como hiciera el presidente Sebastián Piñera al cerrar el penal Cordillera, hoy estamos poniendo fin a Punta Peuco tal como se le ha conocido. Porque no es solamente una medida de justicia, sino también una necesaria gestión de nuestro sistema penitenciario».
El Mandatario enfatizó que no existe justificación para mantener condiciones especiales en esa prisión y que la medida representa un acto de justicia y una mejora en la gestión del sistema penitenciario.
Reacciones políticas y sociales
El anuncio ha generado diversas reacciones en el espectro político. Desde la izquierda, se ha valorado la medida como un avance en justicia y equidad. La senadora Paulina Vodanovic destacó el cierre de Punta Peuco como una señal de igualdad ante la ley.
Por otro lado, sectores de la derecha han criticado la decisión, calificándola de innecesaria y simbólica. La candidata presidencial Evelyn Matthei afirmó que revertiría la medida si es electa, mientras que el exdirector de Gendarmería, Christian Alveal, expresó dudas sobre el impacto real de la transformación del penal.
Implicancias y próximos pasos
El Ministro de Justicia, Jaime Gajardo, aclaró que Punta Peuco se convertirá en un «centro de cumplimiento penitenciario común, sin la categoría de recinto especial para los violadores de Derechos Humanos o quienes cometieron crímenes de lesa humanidad».
Sin embargo, hasta el momento no se han entregado detalles sobre el destino de los actuales reclusos ni sobre los cambios específicos que se implementarán en el recinto. El Ministro Gajardo indicó que «lo más probable es que [los reclusos] continúen en ese penal», lo que ha generado críticas sobre la efectividad de la medida.
Conclusión
El anuncio del cierre de Punta Peuco marca un hito en la política penitenciaria chilena y en la búsqueda de justicia para las víctimas de la dictadura. No obstante, la falta de detalles concretos sobre la implementación de la medida y el destino de los reclusos plantea interrogantes sobre su impacto real. Mientras algunos lo ven como un paso hacia la equidad y la memoria histórica, otros lo perciben como una decisión simbólica sin efectos prácticos.
El debate sobre Punta Peuco refleja las tensiones persistentes en la sociedad chilena respecto a cómo abordar el legado de la dictadura y garantizar una justicia efectiva y equitativa para todos.