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Posible origen natural y preocupación ciudadana tras fuerte olor a gas en el Gran Concepción

por Enfoque Digital
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El pasado martes 15 de julio de 2025, vecinos de diversas comunas del Gran Concepción —entre ellas Penco, Hualpén y Talcahuano— reportaron un fuerte olor a gas que se extendió por varios sectores, generando preocupación y llamados de alerta a bomberos y autoridades. Hasta ahora, no se ha identificado con claridad el origen del fenómeno.

De acuerdo con lo informado por BioBioChile, las unidades de emergencia acudieron a múltiples llamados de vecinos sin que lograran localizar una fuga evidente de gas en la red domiciliaria ni en instalaciones industriales. El evento, sin antecedentes similares inmediatos, generó inquietud especialmente por su magnitud y la extensión territorial del fenómeno.

Hipótesis oficiales y alternativas en análisis

Si bien las autoridades aún no entregan una versión definitiva sobre el origen del olor, se manejan diversas hipótesis, tanto técnicas como naturales, incluyendo explicaciones entregadas por internautas que remiten a fenómenos sísmicos o geológicos. A continuación, se analizan las principales:

1. Exceso de odorizante en redes de gas
En ocasiones anteriores, eventos similares han sido causados por un exceso de odorizante (usualmente etilmercaptano) en las redes de gas natural, utilizado precisamente para facilitar la detección de fugas. Este tipo de episodios ya se ha producido en Santiago (2025) y Concepción (2011), donde se descartó fuga real de gas y se confirmó una sobredosificación en la red. En esos casos, el olor puede viajar por grandes distancias mediante el viento, sin representar un peligro directo para la salud.

2. Emisiones industriales
Otra explicación plausible es la emanación de compuestos químicos desde instalaciones industriales, como ha ocurrido en zonas como Concón y Quintero, donde episodios de contaminación atmosférica han sido atribuidos a filtraciones de hidrocarburos, dióxido de azufre (SO₂) u otros compuestos. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición, no se ha confirmado una situación de este tipo en Concepción.

3. Actividad geológica submarina
Algunos usuarios en redes sociales han recordado que días antes del terremoto del 27 de febrero de 2010, también se reportaron olores extraños en zonas costeras. Este tipo de observación ha sido descrita en otros lugares del mundo. En 1964, en las islas Azores, se percibieron fuertes olores a azufre antes de una erupción submarina. Algo similar ocurrió en El Hierro (Islas Canarias) en 2011, durante una erupción volcánica bajo el mar. Estos casos, aunque excepcionales, abren la posibilidad de una fuente geológica natural, como gases emanados desde fisuras submarinas o actividad volcánica menor.

4. Fenómenos precursorios de sismos
Algunos estudios han identificado señales electromagnéticas anómalas previas a grandes terremotos, como ocurrió con el sismo de 2010 en Chile, donde satélites registraron alteraciones ionosféricas días antes del evento. No obstante, no existen estudios concluyentes que asocien olores percibidos a nivel de superficie con actividad sísmica inminente. La relación, por tanto, sigue siendo especulativa y no confirmada por la ciencia.

Necesidad de monitoreo y transparencia

Frente a esta situación, expertos recomiendan monitorear tanto las emisiones atmosféricas como la actividad sísmica y oceánica en la zona. La presencia de compuestos como etilmercaptano, ácido sulfhídrico o dióxido de azufre puede confirmarse mediante sensores y análisis de calidad del aire.

Además, geólogos y vulcanólogos pueden aportar información relevante sobre posibles fracturas submarinas, burbujeo en el mar o actividad sísmica menor que pudiera indicar algún proceso geológico activo en el subsuelo costero.

Llamado a la precaución, sin alarmismo

Si bien no hay indicios concretos de una situación de riesgo inminente, la experiencia ciudadana y los antecedentes históricos justifican una investigación profunda y oportuna. Recoger testimonios de vecinos, analizar datos de estaciones de monitoreo ambiental y revisar imágenes satelitales o marítimas recientes podría arrojar información clave para entender este fenómeno.

En paralelo, se sugiere que las autoridades entreguen un informe técnico claro, y que los vecinos mantengan la precaución sin caer en el alarmismo, mientras se esperan resultados que permitan esclarecer el verdadero origen del fuerte olor registrado esta semana.

Investigación en curso.

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