Actuar en y por la comunidad: El camino que ven los empresarios para reconstruir la confianza en Chile

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En el seminario “Llegó la hora de la confianza: Del diagnóstico a la acción” de la Unión de Empresarios, Ejecutivos y Emprendedores Cristianos (USEC), Josefina Araos, Óscar Landerretche, Antonio Walker e Ignacio Yarur analizaron qué debe hacer el sector empresarial para reducir las altas cifras desconfianza. 
Este año, múltiples encuestas -CEP, Bicentenario, el Informe sobre Desarrollo Humano en Chile 2024 PNUD, etc.- presentan como objetivo medir la confianza desde diferentes aristas: entre las personas, con las instituciones, con el gobierno, desde el empresariado, etc. Muchas de ellas coinciden en que la violencia y la inseguridad son unas de las mayores preocupaciones de los chilenos, lo que ocasiona un deterioro transversal en la confianza e incluso pone en cuestión la democracia.
La desconfianza también tiene repercusiones en los mercados, dado que, según el Estudio de Confianza 2024 de PwC Chile y UDP, la valoración de una compañía tiene incidencia en sus ventas, en la disposición de pagar y en las recomendaciones.
Para hacer frente a este escenario, USEC desarrolló el seminario “Llegó la hora de la confianza: Del diagnóstico a la acción”, el que reunió a Josefina Araos, investigadora IES; Óscar Landerretche, economista; Antonio Walker, presidente de la SNA; e Ignacio Yarur, director del banco Bci, quienes, frente a una audiencia de más de 120 personas, intercambiaron ideas, visiones y propuestas para robustecer el tejido social, llegando a un consenso general: Toda empresa debe tener entre sus pilares el actuar en y por la comunidad.
Para el presidente de USEC, Enrique Cruz, el seminario fue un punto de partida para generar acciones concretas y coherentes que demuestren el compromiso por recuperar las confianzas, el bien común e impulsar el desarrollo del país de manera integral. “El desafío que enfrentamos no es menor. Como empresarios, ejecutivos y emprendedores cristianos, entendemos que nuestro rol en la sociedad no es solo económico, sino también ético y con un fuerte rol público que cumplir. Tenemos la oportunidad de dar un paso adelante. Ya no es suficiente señalar los problemas, debemos ser parte activa de la solución”, cerró.
La importancia de la comunidad en voz de los exponentes
En ese sentido, Yarur sostuvo que “nunca hay que olvidar que la principal función de la empresa no es ganar plata, sino que ser un vehículo y un motor de progreso social. Cuando una empresa es capaz de generar confianza en todos sus grupos de interés, no solamente está pavimentando su sustentabilidad en el largo plazo, sino que además se está transformando en un motor central del progreso de una sociedad”.
Para ello, según el director del banco BCI, “la empresa debe tener un liderazgo en el ir construyendo las soluciones que nosotros les entregamos a los clientes, a los colaboradores y a la ciudadanía, justamente con esos grupos que no se ven representados”.
En la misma línea, Landerretche indicó que “lo que sirve para restablecer la confianza es la comunidad y la única forma de tener confianza en otro ser humano es que yo lo conozca. Entonces, nos tenemos que hacer cargo de que la misión central de ser empresario, profesor y de ser político, es hacer bien nuestro trabajo y darle valor, de una manera consistente de la misión de crear comunidad desde tu propio lugar dentro de la sociedad”.
En ese sentido, Walker aseveró que “muchas veces dentro de la misma empresa se hace poco esfuerzo por preocuparnos más allá de la relación laboral y comenzar a preocuparse más de la historia de familia o de la persona que trabaja conmigo. Creo que todos, en el mundo gremial, en el mundo empresarial, en el mundo político, nos falta tomar la acción concreta. Y la acción concreta es el testimonio de ir creando un mejor país y pensar en el bien del otro y salirnos un poquito del metro cuadrado propio”.
Desde el lado humanista, Josefina Araos enfatizó en que “todos tenemos un mismo mundo y estamos todos al cuidado de él, pero sobre ese mundo, cada uno tiene aproximaciones distintas. Y eso hace que cada punto de vista sea tan enriquecedor, porque uno solo puede enriquecer la reflexión con el dialogo plural, porque si no, no se gatilla el pensamiento”, cerró.
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