Este lunes se dio a conocer la declaración que el ex ministro de Interior, Gonzalo Blumel, prestó ante la fiscal regional de Valparaíso, Claudia Perivancich, el 17 de noviembre de este año, donde fue citado como imputado por una querella presentada contra autoridades de gobierno, por sus eventuales responsabilidades en las violaciones a los Derechos Humanos que ocurrieron luego del estallido social de octubre de 2019.
En aquella ocasión, el ex secretario de Estado reconstruyó su gestión en el cargo durante la crisis ciudadana, tanto como las acciones relativas del Presidente Sebastián Piñera y del alto mando de Carabineros.
Así lo consigna Emol, donde señalan que Perivancich preguntó al acusado «si el Ministerio del Interior impulsó acciones para favorecer el conocimiento y capacitación de los funcionarios de Carabineros acerca de esta nueva normativa (circular 1.832 sobre uso proporcional de la fuerza)».
Ante esto, Blumel señaló que «el 29 de octubre recién asumido como ministro del Interior, me reuní con las policías -Carabineros y la PDI- reforzando, desde el gobierno, le necesidad de que se cumplieran estrictamente las reglas del uso de la fuerza respetando las garantías individuales». Además, sostuvo que estuvieron en permanente coordinación con el INDH para establecer el cumplimiento de los protocolos y obtener informes sobre las querellas por delitos de lesa humanidad.
El ex jefe de Interior también fue cuestionado por el rol particular que tuvo el Presidente para coordinar estrategias u operaciones con Carabineros, a lo que respondió que «no hubo intervención en el diseño de las estrategias de control de orden público, porque le insisto que es un tema de competencia técnica de las policías. Solo reuniones de coordinación».
No obstante, el interrogado aseguró que el Ejecutivo liderado por Sebastián Piñera sí solicitó a los uniformados «aumentar el personal operativo, y de acuerdo a ello Carabineros adelantó el egreso del personal operativo de sus escuelas de formación», añadiendo que sucedió «lo mismo respecto de la adquisición de carros lanza agua, vehículos de reacción táctica, capacitación, reentrenamiento, etc.».
Por último, sobre la decisión de mantener en su puesto al ahora ex general director de Carabineros, Mario Rozas, y al general Ricardo Yáñez, entonces subdirector de la institución, Blumel acotó que se debía a que «llevaban menos de un año en sus cargos y ambos estaban comprometidos con el proyecto de modernización y reforma de Carabineros que es un objetivo político fundamental del Gobierno. Además, en el año anterior habían pasado a retiro 40 generales del alto mando».
«Bajo ningún punto de vista yo advertí al interior de Carabineros el diseño de un plan o política para reprimir a los manifestantes a todo evento, más allá de las consecuencias. Carabineros estuvo lamentablemente sobre exigido (…) En medio de esa violencia callejera inusitada se hizo muy difícil el control del orden público y quedó en evidencia la necesidad de hacer una reforma profunda a Carabineros, pero en ningún caso puedo compartir la idea de una política, plan o concierto para dañar a la población», concluyó el ex ministro.
