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Entre los especialistas hay coincidencia de que se trata de uno de los hallazgos más importantes que se han realizado en el país e incluso en Sudamérica, pero esto contrarresta con las pocas acciones que se han realizado para generar la protección de esta herencia de las culturas Molle, Ánima y Diaguita. *Desde el Consejo de Monumentos Nacionales ni del ministerio de Obras Públicas se han producido anuncios respecto de cuál será el destino del terreno en el que aún se mantiene este rico patrimonio histórico, tampoco de la obra de infraestructura que le dará continuidad a la carretera que quedó interrumpida en ese tramo.
Tarea pendiente para las nuevas autoridades En julio de 2015 y mientras se construía la doble vía que conecta a La Serena con Vallenar, 4 kilómetros al norte de la capital regional se realizó uno de los hallazgos arqueológicos más importantes que se tenga registro en la región, el país e incluso Sudamérica.
Desde la tierra afloraron importantes testimonios en el territorio conocido como sitio El Olivar. Sus 35 hectáreas de superficie guardan los vestigios de siete siglos de ocupación prehispánica continua: desde tempranos conchales que acusan la presencia del primer grupo agroalfarero de la zona, la cultura El Molle (0-800 d. C.), hasta vastas áreas habitacionales y funerarias asociadas al complejo cultural Las Ánimas (600-1000 d. C.) y, sobre todo, a su continuadora, la cultura diaguita (900-1500 d. C.)
Nunca antes en la historia de la región se había podido ubicar tal nivel de evidencia de estos pueblos ancestrales en un solo lugar. Por esta razón, expertos locales y nacionales han destacado la relevancia que reviste. Su enorme extensión y alta densidad ocupacional validan el alto valor patrimonial y científico que posee, de hecho, en los meses que se ha podido estudiar han quedado de manifiesto antecedentes hasta ahora desconocidos de los primeros habitantes de la zona. Una vez descubierto, de inmediato se detuvieron los trabajos de construcción y un grupo de 70 profesionales, entre arqueólogos, antropólogos y conservadores inició las labores de exploración en un tramo de 380 por 50 metros. La tarea que tenían era levantar hasta el último elemento, lo que sería requisito para continuar con las obras de la carretera.
Sin embargo, en el camino descubrieron que se trataba de una necrópolis, con amplia presencia de tumbas, cuerpos, vasijas y artefactos de estas 3 culturas. Advirtieron que su rescate total podría tardar incluso más de 3 años y que el material era tan abundante que no habría un lugar físico donde se pudiera albergar. Se recomendó detener las excavaciones y levantar allí un museo de sitio o parque arqueológico que permitiera su resguardo. La carretera, en tanto, no podría pasar por allí, se debía pensar en otra solución, como un viaducto. Hasta ahí todo bien pero el tiempo fue pasando y hasta la fecha todavía no se conoce ningún anuncio oficial respecto de soluciones en esta línea, es decir, ni del destino que tendrán los restos que aún continúan bajo tierra ni de la obra de infraestructura que permitirá terminar la carretera.
40 millones de dólares se estima que sería el costo de construir un viaducto en el lugar. 213 cuerpos humanos fueron recobrados durante esta investigación y que ahora están siendo analizados.
¿QUIÉN RESGUARDA ESTE PATRIMONIO?
El rescate efectuado por los profesionales finalmente se detuvo a mediados de 2017, cuando ya se habían extraído 213 cuerpos humanos, 56 camélidos, vasijas de diversas formas e incluso elementos de oro que fueron ubicados en cerca de 1.200 cajas a la espera de los estudios definitivos. En el sitio, en tanto, los especialistas realizaron un trabajo de conservación que permitiera resguardar el material que continuaba allí.
El Día ha intentado en innumerables ocasiones durante estos meses conocer respecto de cuáles serán las acciones que se implementarán, sin embargo, una de las principales trabas que hemos tenido ha sido el saber qué entidad es la que efectivamente se hará cargo de la problemática. Con lo único que nos hemos encontrado ha sido con declaraciones cruzadas entre el ministerio de Obras Públicas y el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN).
La primera señalando que está a la espera de la resolución que adopte la segunda y viceversa.
El resultado: nunca ha existido una respuesta clara. Hay que destacar que, una vez que se realizaron los hallazgos, quienes se apersonaron en el sitio para anunciar su rescate y protección fueron precisamente el exministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga y la secretaria ejecutiva del CMN, Ana Paz Cárdenas.
De ahí que se asume que ambas entidades tendrían injerencia en estas materias. Este martes 20 nuevamente solicitamos al CMN, a través de su oficina de prensa en Santiago, una entrevista con algún representante de la entidad, que nos pudiera explicar si existía una definición al respecto y cuándo se podría concretar
En el caso de que no existiese, que nos explicaran por qué. Enviamos incluso un correo electrónico con estas interrogantes, pero para sorpresa nuestra, a través del mismo medio se nos manifestó muy escuetamente que “en atención a que las preguntas exceden el marco de competencia del CMN por esta ocasión debemos declinar la entrevista, agradeciendo el interés expresado”.
Pues bien, entonces la pregunta que cabe hacerse es quién durante estos casi 3 años que han transcurrido de los hallazgos ha mantenido la preocupación por la protección de El Olivar.
Es más, hemos conocido noticias de que personal del CMN ha hecho diversas visitas al sitio durante este tiempo ¿quién sabe entonces?
VIADUCTO EN LA MISMA LÍNEA
Las consultas también se han realizado al ministerio de Obras Públicas, toda vez que las gestiones para la construcción de la carretera pasan por su gestión. Por este lado han estado más llanos a responder y se han referido al tema, aunque no se han expresado anuncios oficiales.
Como antecedente, hay que recordar que en octubre de 2016, el entonces intendente regional, Claudio Ibáñez, aprovechando una visita del ministro del MOP a la región, le hizo entrega de un oficio en que le solicitaba formalmente la realización de un viaducto.
En entrevista con El Día, Undurraga planteó que “a mí me parece del todo razonable, me parece que es posible también, pero nos vamos con la tarea para ver y analizar técnicamente cómo se hace”.
Así, se comprometió a estudiar en profundidad la iniciativa. En noviembre, en tanto, y tras una reunión sostenida en Santiago con una delegación de autoridades regionales, la ex autoridad confirmaba el interés de optar por esta alternativa, pero recalcaba que todavía estaba en etapa de estudios.
“No podemos confirmarlo mientras no esté firmado y listo, pero sin embargo esa es nuestra intención”, enfatizó.
Lo que si indicó es que la decisión deberá ser tomada durante el 2016. “Sin perjuicio de ello, el cuánto se demore en partir va a depender de los estudios que haya que hacer, de ingeniería”, dijo. Pasaron los meses y no existió anuncio al respecto. En junio de 2017 volvimos a consultar, esta vez a la oficina de Concesiones del MOP, el organismo pertinente en este caso, que en un escrito señaló que “tal como se ha señalado, El Olivar es uno de los sitios arqueológicos más importantes en Chile.
Por ello, las acciones relacionadas con el resguardo, la conservación y el estudio de los hallazgos han considerado un trabajo interinstitucional a fin de preservarlos para las futuras generaciones”.
Asimismo, agregaron que “actualmente continúan en desarrollo los análisis técnicos y económicos respecto a la solución vial que se ejecutará en el lugar”.
Se esperaba que se diera una respuesta antes del término del gobierno, pero a pocos días del cambio de mando, en una visita que realizó a la región Undurraga indicó en una entrevista con este medio que “es de las cosas que le traspasamos a las futuras autoridades”.
Especificó, en todo caso, que ya hay un diseño conceptual de lo que se quiere hacer con el viaducto. “Hay avances también en cuanto vale todo aquello, pero la verdad es que como eso es producto de una negociación con una concesionaria, nos parece que no es prudente hacerlo al término de un gobierno y por lo tanto que la administración entrante pueda hacerla”.
En esa ocasión, detalló que se estima que la obra tendría un costo de 40 millones de dólares. Se sabe que una de las trabas precisamente sería este tema y saber quién será en definitiva el que concurrirá con los montos, si el Estado o la concesionaria (Sacyr), pero el exministro indicó que más bien la demora pasaba porque “hay un proceso legítimo de demandas y requerimientos de la empresa, reclamaciones respecto a los temas arqueológicos y están los paneles técnicos para resolverlo”.
Indicó que debe haber acuerdo entre las partes “y nos pareció no prudente hacerlo al término de un gobierno, porque se requiere cuidar el sistema de concesiones para que no haya cuestionamientos.
Pero avanzamos en todo lo técnico, lo que dejamos para que definan las próximas autoridades son los término financieros con la empresa”.
Esta semana tuvimos la oportunidad de entrevistar al nuevo ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, quien dijo conocer de la importancia de El Olivar y que valora enormemente lo que hay ahí, siendo algo que “hay que respetar, preservar y además de alguna manera transformarlo en un atractivo turístico y cultural para la ciudad”. Planteó que aún no ha tenido tiempo de interiorizarse en la materia, pero manifestó que “cualquiera que sea la trayectoria de la ruta tiene que reconocer ese patrimonio que hemos encontrado allí”.
Respecto de cuál sea la solución exacta dijo que “todavía tenemos que definir en conversaciones con el Consejo de Monumentos Nacionales. Es algo que hay que hacer a la prontitud tanto en la definición como en la implementación, para que no retrase el avance de la Ruta 5, que es crucial para la región y el país”.
GESTIONES A NIVEL LOCAL
Consultamos también a las autoridades regionales sobre si han conocido de alguna respuesta del nivel central respecto de la protección del sitio y lo que ocurrirá con la obra de infraestructura.
También sobre qué gestiones se están realizando en esta línea desde la zona. La Consejera Regional, Lidia Zapata, señaló que en el mes de septiembre se realizó una reunión del Core, donde se formó una bi comisión entre territorio y cultura “donde invitamos al MOP con el fin de que nos dieran a conocer que iba a pasar con los hallazgos y la construcción”.
En esa oportunidad, dice, se planteó que esto era de vital importancia no solo para la región, sino que para el país “y manifestamos la preocupación del Core también en término de qué iba a pasar con las osamentas que ya habían sido retiradas, dado que no existía capacidad en los museos de la región”, precisó.
Con posterioridad, indica, también representantes del cuerpo colegiado sostuvieron una reunión en Santiago con representantes de la UNESCO, específicamente con Claudia Téllez, abogada de la oficina de relaciones internacionales del Ministerio de Educación y secretaria ejecutiva adjunta de la Comisión Nacional de Cooperación con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). “Nosotros le manifestamos toda la información que teníamos y se comprometió a varias cosas”, sostiene Zapata.
Lo que sí les indicó que un primer paso tenía que ser declarar el sitio como patrimonio nacional “y para eso se debía presentar un expediente ante el Consejo de Monumentos Nacionales. Ellos nos apoyarían en hacerlo llegar”.
Se decidió también conformar una mesa de trabajo conjunta a través de la cual se realizarían las gestiones. Pero con los cambios tras las elecciones del cuerpo colegiado en tema no tuvo avances. La consejera indica que sin duda es algo que se debe retomar a la prontitud “no solamente por lo que significa el sitio El Olivar, su declaración como patrimonio nacional, sino que también lo que tiene que ver con la obra de construcción y la habilitación de la carretera, porque el MOP tiene que hacer las gestiones ante el ministerio de Hacienda para conseguir los recursos”.
Por su parte, el diputado (UDI) Sergio Gahona, expresó que este sitio arqueológico puede llegar a representar un cambio paradigmático respecto de lo que fue la ocupación de estas culturas. “Es un sitio enorme, de un valor histórico monumental”.
A su juicio “esto hay que enfrentarlo de una vez por todas, no puede seguir parado como hasta ahora y esperamos que la subsecretaría del patrimonio se involucre de lleno en este tema”.
Plantea que ya solicitó audiencia con el subsecretario para avanzar en esta materia. “Lo que tenemos allí tiene un valor de patrimonio cultural enorme y tenemos que ser capaces de compatibilizarlo con la vialidad urbana y los costos que ello implica”. En este sentido, agregó que “aquí van a tener que trabajar muchos actores, el MOP, la concesionaria, el gobierno regional, la subsecretaría, que van a tener que sentarse y trabajar esto de una manera consensuada, liderados por nuestra intendenta regional”, precisó.
AVANZAN LOS ESTUDIOS
La buena noticia es que el grupo de profesionales que trabajó en el retiro de las osamentas continúa trabajando en los estudios posteriores. Así lo confirmó la arqueóloga jefe del proyecto, Paola González, quien contó que ya han podido trasladar cerca de un millar de las cajas de material que mantenían en containers hasta Santiago. “En este momento se está realizando el proceso de microexcavación para quitarle todo el sedimento que podría haber generado hongos si se seguía dejando en el lugar”, indicó.
En líneas generales, este procedimiento que iniciaron en octubre del año pasado y se extendería hasta mediados de abril consiste en quitar los restos de tierra que se mantenían adheridos, pues mucho de los cuerpos fueron retirados en bloques. En total lograron recuperar un total de 1.300 cajas “quedan aún allá cerca de 250 cajas, pero corresponde al material menos frágil”.
Son cerca de 35 los expertos que se encuentran en estas labores. Señala que por lo pronto tienen hasta junio para entregar un informe ejecutivo al CMN “en éste documento le vamos a entregar las propuestas de análisis de cada una de las materialidades, el Consejo evalúa y da el vamos para el avance del informe final, que es el que se elabora cuando ya se terminan los análisis de laboratorio en un texto mayor”.
Con todo ello se espera finalmente la elaboración de un libro. Lo importante, recalca, es que la colección está segura “y nosotros como arqueólogos hemos adoptado todos los pasos necesarios para que no corra ningún riesgo”.
Se ha estado fichando y clasificando el material. En este lapso han seguido obteniendo interesantes conclusiones y perfeccionando las primeras apreciaciones que tuvieron en terreno. Destaca que de los 213 cuerpos rescatados, dos tercios corresponden a infantes y neonatos. “Eso es un gran avance, porque por primera vez podemos desarrollar una arqueología de la infancia, los vestigios hasta ahora era muy frágiles”.
También a través de la microexcavación ha habido avances que indican que hay por lo menos 3 especies de camélidos involucrados. Uno sería la llama y los otros dos tipos de guanaco, uno doméstico, más pequeño y otro grande que probablemente se criaba de manera salvaje “y puede que hayan sido traídos a través de la caza”.
De igual forma, los antropólogos físicos han podido tener más claridad en cuanto a aspectos como la deformación craneana, que ha sido bastante frecuente en estos hallazgos. “Revelan cierto nivel de violencia también, porque hay gran cantidad de cráneos que tienen evidencia de golpes de piedras, lo que puede ser asimilado a ceremonias rituales, cuando se peleaban con hondas”.
En el caso de la población Ánima, también se ha descubierto que en los cuerpos masculinos hay un tipo de patología que se da cuando se nada y bucea. “El oído tiene una cubierta que se va generando para protegerse de la natación y buceo en agua fría. Esto develaría que esta cultura generaba un aprovechamiento del ambiente marino mucho más intenso de lo que se ve en el pueblo Diaguita”.
Lo que sigue pendiente con el CMN entonces es el informe ejecutivo. Con posterioridad se comenzarían a tomar las muestras de ADN, de isótopo, de radiocarbono, que permitirían un análisis ya más acabado. En paralelo se está avanzando a nivel planimétrico “se cuenta con vuelos de drone que fueron progresivos a medida que las excavaciones avanzaban y lo que se está haciendo ahora es integrar estas imágenes en 3D.
Cuando finalicemos este trabajo se va a poder ver una imagen recreada del sitio”. Respecto de dónde va a ir a dar todo este material luego del análisis, González señala que también es un tema que ignoran. “Se le planteó al Consejo Regional que el museo arqueológico de La Serena al haber albergado la colección que llegó desde Pelambres tiene muy poca capacidad de almacenaje y este es un buen volumen”. En su momento, dice, el Core se comprometió a generar depósitos a nivel de provincias “pero no sé qué estado de avance tiene eso”.
Advierte, en todo caso, que el estudio de lo recobrado no va demorar menos de dos años, dependiendo de la velocidad que apruebe el CMN el documento. “Entonces se cuenta con ese tiempo para que se coordine para que el material quede en la región”

Fuente: Diario el Día

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