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Ante la emergencia de la ola de incendios forestales que afecta al centro-sur de Chile, Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, entrega recomendaciones para evitar los riesgos asociados a estos siniestros. 

La ola de incendios forestales que afecta al centro-sur de Chile desde la semana pasada ha dejado más de 20 muertos y cientos de heridos y damnificados. Se estima que a nivel nacional están activos 260 incendios, de los cuales 51 están en combate, 140 controlados y el resto en observación. Las altas temperaturas, los vientos fuertes y la baja humedad han complejizado el trabajo de brigadistas y bomberos.

El denso humo de los incendios en las regiones del Maule, del Biobio y Araucanía se ha propagado por diversos sectores del país generando riesgos para la salud. 

Según Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia de la U. Andrés Bello, además del impacto emocional para quienes se ven afectados por esta tragedia, hay un riesgo importante para la salud física.

“La quema de materia orgánica produce una serie de contaminantes, tales como: óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, dióxido de carbono, material particulado, entre otros; que son irritantes para la vía aérea, para la piel, mucosas y ojos, afectando también al sistema cardiovascular” explica.

Además, sostiene que hay efectos climáticos que pueden empeorar la situación, como las altas temperaturas y el viento, que puede movilizar material particulado y los agentes tóxicos hacia otras zonas geográficas, afectando a otras comunidades. 

Qué hacer

“Es importante alejar de la zona afectada a niños, adultos mayores, embarazadas y personas que padezcan enfermedades. Asimismo, cerrar puertas y ventanas para evitar el ingreso de humo, poner paños húmedos en las rendijas inferiores de las puertas, limitar la actividad física mientras se observe humo, pues requerirá un esfuerzo extra de oxígeno” advierte el toxicólogo.

Por último, enfatiza en la necesidad de estar alerta ante la presencia de síntomas y signos característicos como:  ritmo cardiaco y respiratorio alterado, dificultad para respirar, ruidos en el pecho, sensación de ahogos náuseas y mareos, dolor torácico, ardor en la piel, mucosas y ojos.

“Si el afectado presenta síntomas, debe dirigirse de inmediato a un servicio de urgencias”, concluye el académico UNAB.

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