En Chile, no sabemos con certeza cuántas personas prestan servicio bajo la modalidad de honorarios, pero cerca de 500 mil están afiliadas al Instituto de Seguridad Laboral (ISL). Este grupo de trabajadores y trabajadoras, históricamente excluido de muchos derechos laborales, ha ganado reconocimiento formal en los últimos años. Uno de los avances más significativos es la promulgación de la Ley 21.133, que establece la incorporación progresiva de las y los honorarios al sistema de protección social, incluyendo salud, pensiones y cobertura de riesgos del trabajo.
En este contexto, el Instituto de Seguridad Laboral (ISL) cumple un rol clave como organismo administrador del Seguro Social contra Riesgos de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales (Ley 16.744). Su misión es garantizar que toda persona que cotiza por esta vía cuente con protección efectiva en caso de un accidente laboral o enfermedad profesional.
En la Región de Antofagasta hemos observado que aún existe baja incorporación de honorarios al seguro; esto se debe, en parte, al desconocimiento de las personas de sus derechos y deberes, pero también a la falta de información clara sobre cómo opera el sistema. Es por ello que el ISL ha desarrollado diversas acciones orientadas a educar en estas materias, mejorar el acceso a los canales de atención y promover una cultura de prevención entre quienes prestan servicios en diferentes espacios laborales.
Desde una perspectiva de equidad territorial, sabemos que es urgente reforzar el compromiso con este grupo laboral. La adscripción efectiva al ISL no solo garantiza atención médica y pagos económicos ante un accidente laboral, sino que representa también un paso concreto hacia el reconocimiento de la dignidad del trabajo en todas sus formas.
Invitamos a las instituciones públicas y privadas a informarse, colaborar y facilitar procesos de capacitación. Porque una región que protege a quienes trabajan, especialmente a quienes lo hacen bajo esta modalidad, es una región que avanza con justicia social.