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86 mil movimientos sísmicos se han registrado en la Antártica en casi tres meses.

La Onemi ha realizado capacitación a los funcionarios de las Bases Antárticas de nuestro país, para que funcionen como informador Mercalli.

Los movimientos sísmicos han sido la preocupación y las miradas están apuntando al territorio antártico.

Ante ello, consultamos a Juan Carlos Andrades, director regional de Onemi Magallanes, sobre el trabajo que se está realizando, explicando que están monitoreando constantemente la situación a través de las instituciones involucradas.

“Es un trabajo multidisciplinario que se está llevando a nivel nacional con diferentes organismos, como el Centro Sismológico Nacional, Sernageomin, que están trabajando en observación, además del Shoa, ante la posibilidad que pudiese haber algún tipo de sismo en el cuerpo de agua. Y la Onemi coordinando las mesas técnicas que se han realizado desde el 28 de agosto, cuando se iniciaron estos enjambres sísmicos hasta el día de hoy”, señaló Andrades.

Desde agosto a la fecha y según el último reporte entregado por las instituciones, se han registrado 86 mil sismos, cifra que es alta en comparación a la normalidad del sector.

“Hoy recibimos un análisis del Sernageomin donde se nos indica que a la fecha tenemos más de 86 mil sismos en la Antártica lo que es mucho. El viernes alcanzamos un grado 6 que ha sido el más alto desde el inicio. El trabajo se separa, ellos como institución en el monitoreo y nosotros actualizando los planes en las bases. La semana pasada se difundió un plan de contingencia para poder articular todo, además de lo internacional para el apoyo mutuo y poder reaccionar de la mejor forma ante estos eventos”.

Uno de los trabajos importantes que ha realizado la Onemi, tiene relación con la capacitación al personal que trabaja en la Antártica, para que estos puedan entregar información de cómo se encuentra la zona y la percepción de los mismos.

“Trabajamos directamente capacitando a nuestros informantes Mercalli, ya había algunos y ampliamos nuestra capacidad y pudimos tener en cada una de las bases 6 a 10 personas para poder tener en todos los turnos que informen lo que estén haciendo. Diariamente tenemos contacto con frecuencia de 4 y 5 Mercalli, y también hasta 6 como ocurrió la semana pasada. Esto está siendo más riguroso porque se está haciendo día a día, además de ver los reportes que se reciben de la Antártica y posteriormente se envía a la oficina central”, indicó Andrades.

Pese a que el último movimiento de 6 no se reportaron daños a estructuras ni personas lesionadas.

“Están más atentos de lo normal y los informes indican que esta frecuencia es permanente, no podemos prevenir nada, y lo mejor, es ubicar los sectores de seguridad que están sobre la cota 30, están definidos, ubicados los albergues, tienen sus formas de evacuación ante un sismo mayor a 6 y eso es lo importante”.

La Onemi ya ha organizado los cursos de acción, ante la posibilidad de un evento mayor y colaborar en poner a salvo a las personas que cumplen funciones en el lugar.

“Es una variable más que se agrega a las amenazas que pudieran afectar producto de un sismo, podría generarse un desprendimiento de hielo mayor que podría originar una subida de agua más considerable. Nuestras bases están todas cercanas a la zona costera, exponiéndose a una situación como esa, eso se ha previsto y se han visto los cursos de acción necesarios para ver esas amenazas y se les ha advertido a los comandantes de las bases a través del Comando Conjunto Austral”.

Pese a los estudios, aún no se aclaran las causas.

“El ente técnico es el centro sismológico y el Sernageomin, pero con antecedentes que ellos nos aportan. Hay tres cursos de acción, placas o fallas, de origen volcanológico o algo mixto. No está definido, está en monitoreo, falta materializar mayor monitoreo y tener mayores antecedentes con respecto de lo mismo. Nuestro país aún le falta instrumentos en la zona, se está usando instrumentalización internacional, como se apoya el sistema antártico en estos casos, pero yo creo que prontamente vamos a tener una definición de esto, que se comparte de forma nacional”, concluyó Andrades.

Hasta el momento los episodios no han superado los 6, pero de ser de una mayor intensidad podría generarse un mayor inconveniente.

Francisco Hervé, geólogo antártico y académico de la Universidad de Chile plantea que “los sismos estarían relacionados al proceso de generación del estrecho de Bransfield, que es un rasgo tectónico activo en la región, como lo muestra además el hecho de existir en él volcanes activos (isla Decepción) y volcanes jóvenes (isla Pingüino), este último bastante cercano a la isla Rey Jorge donde está la estación argentina y la base Frei también”. Sobre la posibilidad de aumentar la red de monitoreo sísmico en el área, el director del Instituto Nacional Chileno Antártico, Marcelo Leppe, plantea que se encuentran “evaluando las alianzas que permitan densificar los sensores en Antártica”.

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