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No habían pasado ni dos semanas de la sentencia histórica que ponía fin a uno de los conflictos socioambientales más grandes, largos y bullados del país Pascua Lama, por daños gravísimos de contaminación de aguas y afectación de la salud de la población, destrucción de glaciares y vegas altoandinas, entre otros y la empresa ya era denunciada por las comunidades por seguir interviniendo socialmente el territorio, según indicó la Asamblea del Guasco Alto. “Dos meses después, nos enteramos por la prensa de que Barrick estaba realizando 29 sondajes en la misma zona afectada», dijeron. Según sus propias declaraciones, “En Pascua estamos trabajando para analizar las diferencias entre el modelo que hemos analizado y la geología de la zona.

Para ello, hemos iniciado un proceso de perforación (…) para buscar una forma de extraer, con el menor daño ambiental y de manera rentable, el mineral de oro ubicado en esa zona de la alta cordillera”. En pocas palabras, son sondajes destinados a adelantar trabajos para proyecto futuros en el mismo lugar. Esta actividad es absolutamente ilegal pues no está ni autorizada ni concuerda con la clausura definitiva mandatada por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) y confirmada por el Primer Tribunal Ambiental, cuya ejecución está aún pendiente. Antes siquiera de hablar de nuevas intervenciones a futuro, las cuales desde ya rechazamos como comunidad, por lo menos debe materializarse el cierre ordenado por tribunales.

Esta ilegalidad en su actuar, algo a lo que Barrick está acostumbrada, se confirmó con declaraciones de la propia SMA, según las cuales “en el proceso de cierre no se contempla ningún tipo de sondaje”. De manera alarmante, la SMA transparentó además que se habría enterado de estos hechos por la prensa. Sin embargo, a la fecha su única medida ha sido pedir información a la propia empresa, desechando medidas cautelares urgentes que permitan la paralización de los sondajes mientras investiga el hecho.

Por lo tanto, los sondajes llevan un avance de tres meses (de una campaña de siete meses) sin que la autoridad se haya pronunciado de alguna manera respecto de su legalidad. Recientemente, las comunidades solicitamos a expertos de la Coordinación de

Territorios por la Defensa de los Glaciares apoyo para ubicar los sondajes en la zona de intervención. El resultado ha sido alarmante: estos sondajes se están realizando en pleno ecosistema glaciar, al lado de los mismos glaciares por los que se condicionó la aprobación del proyecto Pascua Lama y se prohibió toda afectación, remoción y destrucción, cuestión que, como ya hemos dicho, no se cumplió y es una de las razones de la clausura definitiva.

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