Provincia de Huasco, Atacama, Chile, 2023 – La Provincia de Huasco, ubicada en la región de Atacama, Chile, se encuentra en el centro de una creciente controversia ambiental. Este año corresponde realizar una actualización del Plan Nacional de Descarbonización, y la comunidad de Huasco ha manifestado su preocupación, ya que es la única «Zona de Sacrificio» en el país donde no se ha cerrado ninguna central termoeléctrica a carbón. A pesar de las esperanzas puestas en el plan voluntario vigente, ninguna de las cinco centrales operativas en Huasco ha sido programada para cierre, permitiendo su operación hasta 2040.
La falta de inclusión de Huasco en el Cronograma de Descarbonización significa que la comunidad seguirá expuesta a altos niveles de contaminación por al menos otros 20 años. Actualmente, Huasco lidera un triste ranking nacional, siendo la zona con mayor riesgo de morir por enfermedades cardiovasculares, con un 71% más de riesgo que el promedio nacional. Los 11 mil habitantes de la ciudad portuaria de Huasco, situada cerca de la desembocadura del río del mismo nombre, enfrentan una crisis de salud pública, con altos índices de enfermedades respiratorias, cardiovasculares y diversos tipos de cáncer. La empresa Guacolda, con sus cinco unidades termoeléctricas, es señalada como una de las principales responsables de esta situación crítica.
A la preocupación por las termoeléctricas se suma la reciente aprobación del proyecto de depósito de relaves de la Compañía Minera del Pacífico S.A. (empresa del grupo CAP). Este proyecto pretende habilitar un depósito de relaves en tierra, modificando la disposición actual de los desechos de la planta de pellets. Además, se han instalado múltiples plantas fotovoltaicas en la zona, cuyo impacto ambiental aún es desconocido y que han generado escasa contratación de personal local. La degradación de los suelos y su impacto en la flora, especialmente en el fenómeno del desierto florido de Atacama, es otra preocupación importante para la comunidad.
En un intento de potenciar el desarrollo turístico y económico, el Ministerio de Obras Públicas (MOP) ha anunciado la construcción de la Nueva Ruta Costera que unirá las regiones de Atacama y Coquimbo. Este proyecto incluye la construcción de un «Paso de Fauna Silvestre», una infraestructura destinada a facilitar la conectividad ecológica. Sin embargo, la comunidad de Huasco teme que esta carretera, promovida como una vía ecológica, no sea más que una mejora de condiciones para futuras empresas que podrían establecerse en la provincia.
El Seremi de Obras Públicas, Mauricio Guaita Juantok, indicó que la inversión total del proyecto asciende a 120 mil millones de pesos, describiéndola como una inversión pública histórica para la Región de Atacama. El proyecto contempla la construcción y pavimentación de aproximadamente 101 km del eje principal y la instalación de un puente en la Quebrada de Chañaral. El «Paso de Fauna Silvestre» se construirá al sur del sector de Los Bronces, el primero de su tipo en la región, y se espera que mitigue los efectos de la fragmentación del hábitat de los grandes mamíferos existentes en el área de influencia del proyecto.
“Estos eco ductos o puentes verdes son una práctica de conservación utilizada en varios países para conectar hábitats adyacentes a obras lineales como carreteras o autopistas, evitando colisiones entre fauna y vehículos y combatiendo la fragmentación del hábitat. Es crucial que, al construirlos, la vegetación en su superficie sea similar a la de los hábitats circundantes y que se proteja a los animales del ruido y las incomodidades del tráfico”, explicó Guaita.
A medida que la comunidad de Huasco lucha por ser incluida en el Plan Nacional de Descarbonización, el futuro de esta provincia como una «zona de sacrificio» sigue siendo una preocupación latente. La población local continúa exigiendo acciones concretas y efectivas para proteger su salud y su entorno, mientras las autoridades ponderan entre el desarrollo económico y la conservación ambiental.
La población de la Provincia de Huasco ha levantado su voz en múltiples ocasiones, denunciando la contaminación y el deterioro ambiental causado por diversas actividades industriales y mineras. Los residentes locales sostienen que la calidad del aire, el agua y el suelo se ha visto gravemente afectada, impactando negativamente la salud y el bienestar de la comunidad.
A pesar de las numerosas denuncias y llamados a la acción, las autoridades han sido acusadas de hacer «vista gorda» a estos problemas. «Es como si no les importara lo que está pasando aquí», comenta un residente local que prefiere permanecer en el anonimato. «Nos sentimos abandonados y desprotegidos».
La falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades ha generado una sensación de desamparo entre los habitantes de Huasco. Organizaciones ambientalistas y grupos de ciudadanos han organizado protestas y campañas para llamar la atención sobre la situación crítica de la provincia.
La situación se torna aún más alarmante con la proliferación diaria de plantas fotovoltaicas en la provincia. Estas instalaciones, que supuestamente representan una fuente de energía limpia, han generado preocupación por su impacto negativo en el desierto florido, un patrimonio natural de incalculable valor y parte del legado de los antepasados de la región.
La falta de transparencia y comunicación con la ciudadanía es otro motivo de inquietud. Los residentes de Huasco no reciben suficiente información sobre la gestión y manipulación de las baterías solares, la disposición de sus desechos y los posibles efectos adversos en la flora y fauna silvestre. Esta carencia de datos y la falta de estudios de impacto ambiental detallados generan una gran incertidumbre y desconfianza entre la población local.
Además, a pesar de ser un área rica en producción energética, los habitantes de la Provincia de Huasco enfrentan el costo más alto de electricidad en todo Chile, lo que añade una carga económica significativa a la ya compleja situación ambiental.
