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La rapidez con la que colapsaron cuatro bancos, y uno sigue luchando, ha dejado atónitos a los inversionistas. Aunque las quiebras se produjeron en el lapso de solo 11 días, las circunstancias que las provocaron fueron únicas:

  • Silvergate Capital Corp. fue el primer banco estadounidense en hundirse, debido a su exposición al colapso del sector de los criptoactivos. Con la autorización de la Reserva Federal, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC, por sus siglas en inglés) había intentado intervenir, discutiendo con la dirección formas de evitar un cierre.
  • Con el obituario de Silvergate prácticamente escrito, los inversionistas y depositantes de Silicon Valley Bank de SVB Financial Group ya estaban nerviosos cuando la empresa anunció el 8 de marzo un plan para vender US$ 2.250 millones en acciones, así como importantes pérdidas en su cartera de inversiones.
  • Signature Bank se convirtió en la tercera mayor quiebra bancaria de la historia de Estados Unidos el 12 de marzo, tras una ola de retiros de clientes que totalizaron alrededor del 20% de los depósitos de la empresa.
  • Credit Suisse Group AG cayó el domingo cuando las autoridades suizas negociaron un acuerdo con UBS Group AG para una adquisición de 3.000 millones de francos (US$ 3.200 millones) destinada a evitar una crisis financiera más amplia. La única otra opción que se barajaba era la nacionalización total o parcial.

Las bolsas ayer (20/03): Dow Jones Industrials (+1,20%), S&P 500 (+0,89%), Nasdaq Composite (+0,39%), Stoxx 600 (+0,99%)

Las bolsas estadounidenses cerraron la sesión en positivo tras las medidas adoptadas el fin de semana para calmar los ánimos y recuperar la confianza en el sector bancario. La intensa caída de las acciones del First Republic Bank (más del -90% en quince días) después de que S&P Global redujera su clasificación de riesgo volvió a mantener la alerta.

En el radar de los mercados

Las preocupaciones más inmediatas sobre el sistema financiero mundial se despejan y dan paso a un tono más tranquilo en los mercados. Los inversores vigilan las perspectivas de mayores garantías federales al sector bancario a la espera de la decisión de mañana de la Reserva Federal (Fed) sobre las tasas de interés.

🔇 ¿Sin sobresaltos? Los analistas ponderan que la Fed evitará mañana transmitir una señal de cautela al mercado con una pausa en el endurecimiento monetario. Las apuestas se orientan hacia un ajuste de 0,25 puntos porcentuales, pero Bill Ackman, de Pershing Square, ha valorado en las redes sociales que la Fed no subirá los tipos porque la crisis bancaria ha tensado la economía lo suficiente. En respuesta al comentario, Elon Musk sugirió a la Fed recortar la tasa en al menos 0,50 puntos porcentuales.

💵 Más apoyo. El Tesoro estadounidense estudia una forma de ampliar temporalmente la cobertura federal de todos los depósitos más allá del límite actual de US$ 250.000 sin depender de una votación de un Congreso dividido. La medida sería preventiva para proporcionar más apoyo al sistema en caso de que el escenario empeore.

💸 Pérdidas en bonos. Pimco es el mayor tenedor de los llamados bonos de nivel 1 de Credit Suisse, que se redujeron a cero tras la adquisición del banco por UBS. La compañía tiene US$ 807 millones en esos bonos, segúnBloomberg. Invesco, por su parte, tiene unos 370 millones y la exposición de BlackRock era de US$ 113 millones a finales de febrero.

👔 Nuevo rumbo. Los ejecutivos de Credit Suisse están ansiosos por encontrar una nueva posición en el mercado y, de acuerdo con Bloomberg, los reclutadores y prestamistas rivales de todo el mundo están recibiendo un aluvión de llamadas de estos banqueros, que buscan un nuevo destino mientras el tradicional banco suizo se prepara para ser absorbido por UBS. Aunque esta búsqueda choca con un momento difícil para el sector bancario.

Pero, ¿qué es lo que está produciendo todo este desastre?

Pues, las pruebas apuntan a las decisiones económicas que ha tomado la Reserva Federal (FED) y el Departamento del Tesoro. Específicamente, las ayudas que inyectó el gobierno cuando la pandemia de COVID-19 y el posterior aumento agresivo de las tasas de interés. Gabor Gurbacs, consejero de la firma de inversión VanEck, cree que el desplome de los bancos ocurrió en 4 fases.

Primero, luego de la debacle inmobiliaria y financiera del 2008, la Fed decidió mantener una tasa de interés de cero por mucho tiempo para incentivar las inversiones. Las tasas de interés es el porcentaje que aplica la entidad a los préstamos interbancarios. Es decir, se trata de un elemento importante para la inversión y si la misma se encuentra en prácticamente cero, hace altamente beneficioso para los inversionistas endeudarse para invertir capital.

Gurbacs considera que la Fed mantuvo esta tasa mucho tiempo en porcentajes bajísimos, empezando a aumentar después del año 2015 de manera muy lenta. Nadie se esperaba, para aquel entonces, que en 2020 estaríamos sumergidos en una crisis de salud producto de la pandemia de Covid-19, la cual afectaría a la economía de Estados Unidos considerablemente. Con el objetivo de salvar a las compañías que estaban reportando perdidas por la cuarentena forzada, el gobierno de Estados Unidos decidió imprimir dinero y distribuirlo en ayudas.

Lo que en un principio se trató de una medida para inyectar liquidez al mercado, muy pronto se convirtió en un problema de inflación. Para el año 2022 ya las autoridades americanas estaban tomando medidas para intentar controlar los precios de los productos, utilizando el aumento de las tasas de interés como el aliciente para desincentivar el gasto en la población y aumentar el ahorro. De esta manera, el año pasado estuvo muy marcado por subidas agresivas de las tasas, las cuales golpearon los mercados bursátiles y a las criptomonedas.

Un sector grandemente afectado fueron las empresas, entre ellos bancos, que se endeudaron para invertir en activos de plazo fijo. Es decir, métodos de inversión tradicionales que proponen ganancias en períodos de varios meses o años. El más popular entre ellos los bonos de la Reserva Federal (Fed) a plazo de 10 años, en donde el Estado ofrece una manera «segura» —según su propuesta— de ahorrar que deviene en intereses a largo plazo. No obstante, con las tasas de interés subiendo cada vez más, lo que terminaron generando fue pérdidas.

Según la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC), las instituciones bancarias están paradas hoy en día en pérdidas por los bonos que superan los billones de dólares. Es este panorama el que llevó a la quiebra al quinceavo banco más grande de Estados Unidos, el Silicon Valley Bank (SVB). La mayoría de los clientes de esta entidad bancaria son empresas de tecnología, entre ellas algunas firmas de inversión de capital e incluso negocios como la stablecoin de Circle (USDC). Con el aumento de las tasas y la posibilidad de una recesión, el banco empezó a registrar una salida de depósitos considerable.

Para tratar de paliar la situación, los ejecutivos de Silicon Valley Bank decide vender parte de sus acciones, recoger capital de inversión y también vender unos bonos que estaban en pérdidas. La disminución de valor de estos bonos era tal que las pérdidas casi llegaron a los dos mil millones de dólares, una situación que generó desconfianza entre los usuarios e inversionistas de la empresa. Los traders comenzaron a vender sus acciones de SVB y los ahorristas a sacar su dinero, retirando alrededor de 42 mil millones de dólares en cuestión de días. Con este panorama, Silicon Valley Bank tuvo que ser intervenido por las autoridades.

pérdidas a los bancos.
2022 ha sido el año que le ha reportado mayores pérdidas a los bancos por sus inversiones en bonos. Fuente: Gabor Gurbacs.

¿Cuáles son los pronósticos a futuro?

Tal y como podemos ver en este caso, el aumento agresivo de las tasas de interés jugó un papel importante en el inicio de la debacle bancaria. Cuando el SBV cayó, generó una oleada de nerviosismo que ha generado corridas bancarias en distintas entidades, así como pérdidas considerables en el valor de sus acciones.

Todo esto ha obligado a las autoridades de Estados Unidos a intervenir y comprometerse en que todos los ahorristas recibirán la totalidad de su dinero. No obstante, los inversionistas de estos bancos —que ya vienen sufriendo por el aumento de tasas y habrían confiado en el sistema a la hora de depositar su capital— no recibirán compensaciones por las pérdidas que han tenido que asumir.

El contexto es bastante complejo. Gabor Gurbacs cree que estamos a las puertas de una situación en donde nadie ganará. Con el mercado plagado de ansiedad e incertidumbre, pareciera ser una posibilidad de que la Reserva Federal decida disminuir el aumento de las tasas de interés, lo que sería un alivio para los bancos y los inversionistas (así como un aliciente para bitcoin). No obstante, de llevarlo a cabo, esto haría que la inflación vuelva a descontrolarse y afecte el poder adquisitivo del norteamericano.

Por otro lado, si se sigue la óptica del presidente de la Fed, que es de seguir aumentando las tasas de interés según su último discurso, veremos más entidades bancarias en aprietos y seguirá el nerviosismo en el mercado ante un posible colapso de todo el sistema. Jack Mallers, fundador de la firma de inversión de bitcoin Strike, es uno de los muchos internautas que considera que «La reserva federal quizás ha roto el sistema bancario». Asimismo, otras personalidades apuntan que la situación que se está formando podría ser incluso peor que la Gran Depresión del 1939.

 Mientras todo esto ocurre, los activos de resguardo de valor como el oro y bitcoin han registrado un repunte en sus precios del 2% y el 8% respectivamente. Un comportamiento que podría estar sugiriendo que los inversionistas y traders están migrando a activos que le permitan salvaguardar su capital en esta coyuntura.

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