El gobernador declara el estado de emergencia y los meteorólogos no descartan que se conviertan en el peor huracán de las últimas tres décadas.
Florida ya ha empezado a prepararse para la llegada de la tormenta tropical Dorian, que se espera que toque tierra el próximo lunes, convertida en un poderoso huracán de categoría 3. El gobernador, Ron DeSantis, declaró este miércoles el estado de emergencia, mientras que los meteorólogos locales advirtieron que podría ser el peor huracán que llega al centro del estado en las últimas tres décadas.
«Ante el acercamiento del huracán Dorian, he declarado el estado de emergencia para asegurar que los gobiernos locales y los servicios de emergencia tienen tiempo suficiente, recursos y flexibilidad para estar preparados», anunció el gobernador en su cuenta de Twitter, desde donde hizo un llamamiento a los habitantes de las zonas costeras para que estén pendientes de las alertas de las autoridades.
DeSantis ha ofrecido este jueves una conferencia de prensa en la que ha instado a los residentes de los 26 condados afectados por la declaración de emergencia a prepararse para la llegada de Dorian, obteniendo suministros para un periodo de siete de días que incluya alimentos enlatados, agua embotellada y medicamentos, así como un plan de evacuación en caso de que se produzca un desastre.
Por su parte, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que habló por teléfono con el gobernador en la noche del miércoles y el estado de Florida estará «totalmente preparado» para cuando llegue el huracán. «Estábamos preparados en Puerto Rico y también estamos preparados en Florida», ha dicho a una estación de radio local de Fox News el presidente, que tiene su mansión de Mar-A-Lago en West Palm Beach, uno de los condados que están en alerta.
Según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes, a las 11 de la mañana, hora local, Dorian se encontraba localizado a unos 350 kilómetros al noroeste de San Juan de Puerto Rico, con ráfagas de viento de hasta 137 kilómetros por hora. «Se espera que se convierta en huracán mañana y que sea extremadamente peligroso durante todo el fin de semana», según un comunicado de la agencia, que tiene su sede en Miami.
De momento sigue siendo muy complicado predecir el lugar exacto donde podría tocar tierra el huracán, en una amplia zona que abarca desde el centro del estado de Florida hasta el sur del estado de Georgia, según las advertencias lanzadas por los meteorólogos en los canales de televisión locales, que no descartan que termine convirtiéndose en el peor huracán de las últimas tres décadas.
Como es habitual en los días previos a la llegada de un huracán en la región, los residentes de Orlando y otras zonas costeras ya han empezado a prepararse para la llegada de Dorian. Durante toda la mañana se han registrado grandes afluencias de personas en supermercados y grandes superficies, como Walmart o Costco, donde en algunos establecimientos ya no quedaban botellas de agua y otros suministros.
Mientras los vecinos empiezan a preparar sus casas tapiando las ventanas y retirando los muebles y otros objetos del jardín, los colegios y universidades públicas del sur de Florida continúan abiertos y mañana no se prevé que haya cancelación de clases. Pero han pedido a las familias y a los estudiantes que estén pendientes por si el lunes hubiera que cerrar los centros educativos.
