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La demanda de crudo en el mundo alcanzará este año  los 100 millones de barriles diarios y Estados Unidos enfila sus ataques hacia Venezuela, que cuenta con las reservas certificadas de crudo más grandes del Planeta.

El  petróleo, considerado la más importante fuente de energía del planeta, ha sido a lo largo de la historia moderna un detonante de conflictos bélicos. El llamado “oro negro” es un recurso localizado en pocas partes del mundo y en creciente escasez, lo que origina una pugna entre las potencias por obtener el control de sus reservas.

Hasta principios del siglo XX, el carbón fue el combustible esencial en el mundo, pero su auge comenzó a declinar cuando en 1859 se descubrió petróleo en Pennsylvania, Estados Unidos, y empezó a explotarse el primer pozo comerciable.

Posteriormente se descubrieron los numerosos derivados que se pueden obtener de este hidrocarburo, entre los que figuran la gasolina y diesel.

El crudo es utilizado en la generación de energía eléctrica, en  las industrias, el transporte, en la calefacción e incluso como fertilizante.

Esta fuente energética es responsable del 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, y representa un tercio del suministro de energía primaria de la humanidad.

Demanda en crecimiento

Según estimaciones de la Agencia Internacional de Energía (AIE) y de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) la demanda de crudo en el mundo alcanzará este año  los 100 millones de barriles diarios (mbd), lo que supone un incremento del 2% con respecto a los 98,78 mbd del 2018.

La producción de  los países Opep  para 2019 se  pronostica en 31,5 mbd  y las de los exportadores ajenos al grupo se prevé en 68,44, mbd lo que cubriría al ras los niveles de demanda, por lo que si uno de los principales productores reduce su extracción puede afectar el equilibrio económico mundial.

La mayor parte del petróleo se consume en los 36 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos(OCDE), entre los que se encuentran Estados Unidos (EE.UU.); Inglaterra, Alemania, Japón, Australia, Francia, Turquía, México y Chile.

Según la Opep la demanda de crudo de la OCDE para este año será de 48,12 millones de barriles diarios. De esta cantidad, 20 millones diarios  serán consumidos en Estados Unidos y 14,35 en Europa.

China requerirá 13 millones de barriles diarios para impulsar su desarrollo económico. En India la demanda será de 4,93 millones; en el Medio Oriente será de 8,17; en África se ubicará en 4,44 y en América Latina el consumo llegará a los 6,58 millones de barriles por día.

Cuenta regresiva

El empeño de  potencias como EE.UU. en obtener el control de los recursos petroleros, se debe en buena parte a que este es una fuente de energía  finita, cuyos yacimientos están  en declive.

Las reservas de petróleo del planeta podrían agotarse dentro de 50 años, según informan los investigadores del Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés).

De acuerdo con los informes del WEC, en las entrañas de la Tierra quedan 223.000 millones de toneladas de petróleo y 209 billones de metros cúbicos de gas; por lo que al ritmo actual de consumo, estas cantidades serán suficientes para cubrir un período de medio siglo.

Sin embargo, estos cálculos se basan en las reservas probadas y certificadas del planeta y las actuales tecnologías empleadas para la extracción de crudo.

Adicionalmente,  el carbón, cuyas reservas mundiales se estiman en 891.000 millones de toneladas, podrá satisfacer las necesidades de la población del planeta durante los próximos 100 años.

Según el Consejo, el carbón sigue siendo la principal fuente de producción de electricidad en el mundo. Por ejemplo, en China, el 79% de electricidad se produce por la quema de carbón, mientras que en EE.UU. este índice alcanza el 40%, reseña RT.

Principales reservas

Según los informes manejados por la estadounidense Agencia Central de Inteligencia (CIA), Venezuela es el país con mayores reservas certificadas en el planeta, con más de 300 mil millones de barriles de petróleo a extraer.

Le siguen Arabia Saudita con 266 mil millones;  Canadá  con 169 mil millones;  Irán con 158.000 millones; Irak con 142.000 millones; Kuwait con 100.000 millones; Emiratos Árabes Unidos con 97.000 millones; Rusia con 80.000 millones; Libia con 48.000 millones y Nigeria con 37.000.

La gran mayoría de estos países han sido escenario de conflictos bélicos propiciados por el gobierno de Estados Unidos, en su afán de apoderarse de sus recursos para ponerlos al servicio de sus intereses imperialistas y su desmesurado consumo energético.

De acuerdo con un estudio realizado por portal especializado en energía Oil Price, un ciudadano estadounidense consume diariamente alrededor de 9,9 litros de crudo, o 22 barriles al año.

Adicionalmente, un automóvil en este país consume entre 12  y 15 barriles al año, mientras que si el vehículo tiene alrededor de 10 años, la cifra asciende a los 15 barriles por año.

 Desde la asunción de Donald Trump como presidente, bajo la consigna “America First” (América Primero), uno de sus objetivos ha sido impulsar el renacer de la industria estadounidense, anclado en los precios bajos de los hidrocarburos.

Desde la Casa Blanca, se ha amenazado a los países productores si la cotización del crudo no baja en el mercado internacional, y también se orquestan planes injerencistas y desestabilizadores contra los gobiernos de naciones petroleras.

Guerra por petróleo

En la mayoría de los conflictos internacionales que vivió el mundo en el siglo XX  y a principios del siglo XXI, el motivo de fondo fue el control  por el petróleo, y Estados Unidos estuvo directamente involucrado.

Entre estos se pueden mencionar los siguientes:

Japón entra a la segunda guerra mundial (1941)

Aunque el hecho de que Japón iniciará una guerra con Estados Unidos en 1941 estuvo condicionado por muchos factores, el catalizador fue el embargo de petróleo que establecieron Europa y los Estados Unidos contra la nación asiática en agosto de 1941, como respuesta a la ocupación nipona de la Indochina francesa.

Japón esperaba que su ataque a EE.UU. le garantizara un suministro ilimitado de petróleo, pero en la práctica, su participación condujo a la destrucción de su imperio

Golpe de Estado de Irán (1953)

El petróleo jugó un papel  fundamental en el golpe de Estado organizado en Irán en 1953 con el auspicio de Estados Unidos y Reino Unido.

Los dos países contribuyeron al derrocamiento del primer ministro elegido por el pueblo, Mohammed Mossadegh, quien se había atrevido a nacionalizar  la empresa petrolera Anglo-Iranian, de propiedad británica, y antecesora de la actual firma BP.

El golpe llevó al poder al Sha de Irán, Reza Pahlavi, cuyo reino culminó con la revolución islámica de 1979.

Crisis del petróleo (1973)

En octubre de 1973, los países árabes decidieron bloquear sus exportaciones de crudo a aquellos países como Estados Unidos, Inglaterra y Francia, que habían apoyado a Israel en la llamada guerra (árabe-israelí) del Yom Kipur, que había tenido lugar en ese mismo mes.

Esta estrategia, unida a un control de la producción, hizo subir el precio del petróleo de una forma espectacular a lo largo de los meses siguientes.

Si antes del conflicto un barril valía, aproximadamente, 1,65 dólares, en 1974 el mismo barril cotizaba por encima de los 9 dólares.

Doctrina Carter (1980)

El 23 de enero de 1980, unos meses después de la invasión soviética de Afganistán, Jimmy Carter anunció ante el Congreso lo que pasaría a conocerse como la doctrina Carter.

El acceso al petróleo del golfo Pérsico forma parte de los intereses vitales de EEUU, declaró durante el discurso del estado de la Unión. Su país utilizará todos los medios necesarios, incluida la fuerza militarpara preservar la hegemonía de una región que por entonces contenía dos tercios de las reservas mundiales de petróleo.

Desde entonces todos sus sucesores han invocado aquella doctrina. Unos para ir a la guerra, otros a modo de amenaza.

Guerra del Golfo (1990)

En enero de 1991 inició la  operación militar Tormenta del Desierto,que llevó a la destrucción de gran parte de la industria petrolera de Irak.

El 2 de agosto de 1990, Irak decidió enviar sus tropas hacia sus fronteras con Kuwait, debido a los conflictos que mantenían ambos países. Est hecho fue considerado por la mayoría de las Naciones Unidas como una  invasión.

Aunque Irak dejó claro en varias ocasiones que quería una salida pacífica al conflicto con Kuwait, el gobierno de los Estados Unidos deicidió emprender una ofensiva militar junto a países como Arabia Saudita, Australia, Corea del Sur, Dinamarca, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, España, Francia, Italia, Kuwait, Pakistán, Polonia,  Catar y Reino Unido.

Al menos 959.000 hombres de distintas nacionalidades, entre ellos 41 mil soldados estadounidenses, formaron parte del plan belicista contra Irak.

Asimismo, la coalición contó con una flota de 2.000 vehículos de combate, mil 800 aviones, 100 barcos de guerra y seis portaaviones.

Washington gastó en la guerra del Golfo unos 102.000 millones de dólares, no con el fin de liberar a Kuwait, sino con la intención de obtener el control de los campos petroleros de la región.

Embargo  a Irak (1990)

Con el auspicio del gobierno de Will Clinton, en agosto de 1990 la Organización de Naciones Unidas (ONU)  impuso  un devastador embargo económico a Irak como represalia por la negativa de retirar sus tropas de Kuwait.

Esta medida ocasionó la muerte de medio millón de personas y para poder mantenerse Irak debió exportar petróleo a cambio de alimentos.

Sanciones a Irán (2013)

Como seguidor de la doctrina Carter, en 2013 Barack Obama decidió aplicar sanciones contra uno de los mayores productores de petróleo, la República Islámica de Irán, al desconocer  los fines pacíficos del programa nuclear persa.

Con esta medida se  bloquearon 100.000 millones de dólares en activos de la nación  asiática; se  prohibió la adquisición de dólares por parte del gobierno iraní; así como el comercio del oro y metales preciosos extraídos en su territorio..

Se prohibió la venta, suministro o transferencia directa o indirecta hacia o desde Irán de metales de grafito, otros metales como el aluminio y acero, carbón y software para integrar procesos industriales. Además de las transacciones relacionadas con la compra o venta de riales (la moneda iraní), o el mantenimiento de fondos o cuentas con montos considerables de riales fuera del territorio de Irán.

De igual modo, las sanciones afectaron la compra, suscripción o facilitación de la emisión de deuda soberana iraní y el sector automotriz de este país..

Tras 21 meses de negociaciones, Irán y los países del Grupo 5+1 (Estados Unidos, Rusia, China, Gran Bretaña, Francia y Alemania) alcanzaron un acuerdo que puso fin a estas medidas. Sin embargo en 2018 , Donald Trump decidió abandonar el acuerdo y restablecer las sanciones.

Guerra en Siria (2011)

Siria es el centro de una de las guerras más sangrientas del siglo XXI por el control de la producción, el comercio y el transporte del gas en el Oriente Próximo.

Su territorio es paso obligado de los futuros gasoductos que transportarán el gas de los centros de producción de los países de la órbita rusa y de los aliados norteamericanos en el Oriente Próximo hacia los mercados europeos.

Desde 2011 esta guerra arroja cifras desgarradoras entre las que se encuentras más de 500 mil  personas han muerto, más de 1,5 millones han resultado heridas.

Asimismo, el conflicto ha dejado  más de 11 millones de desplazados, de los cuales casi 6 millones son desplazados internos y más de 5 millones son refugiados en otros países. Más del 60% de las infraestructuras de Siria han sido completamente destruidas.

Disputa por el gas entre Ucrania y Rusia  (2014-2019)

El conflicto entre Rusia y Ucrania no solo obedecen a la pugna por territorio de Crimea, el gas juega un papel preponderante en las disputas entre Moscú y Kiev.

En 2014 la compañía rusa Gazprom, la mayor extractora de gas natural del mundo congeló los suministros de gas a Ucrania, en respuesta a los impagos de una deuda que sobrepasaba los 4 mil 458 millones de dólares.

Incluso Gaz­prom presentó una demanda oficial ante el Tribunal de Arbitraje de Estocolmo por el  monto de la deuda ucraniana.

Actualmente la manzana de la discordia es el producto Nord Stream 2, impulsado por una alianza de empresas de Rusia, Alemania, Austria, Francia y Países Bajos,  que prevé el tendido de dos tuberías para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas.

El gasoducto constará de 1.225 kilómetros  y se ubicará en el fondo marino que una la salida de Rusia al mar Báltico con la costa nororiental de Alemania, sin necesidad de pasar por territorio ucraniano.

Si esta estructura  comienza a operar, se calcula que Ucrania dejará de obtener 1.800 millones de euros al año por  concepto de impuestos sobre el paso de gas sobre su territorio, una cifra que equivale al 2 % de su Producto Interno Bruto (PIB).

Por tal  motivo, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko y su homólogo Donald Trump , que busca vender a Europa su gas natural licuado , son los más acérrimos opositores a este gasoducto.

¿Intervención militar a Venezuela?

Las reservas de 300.000 millones de barriles  de petróleo con que cuenta Venezuela, hacen que esta nación sea el blanco actual del imperialismo norteamericano.

La sed del gobierno de Donald Trump por asegurarse el control de los recursos de esta nación suramericana, lo han llevado a liderar un plan para sacar del poder al presidente legítimo, Nicolás Maduro, y tratar de colocar a un auto proclamado “presidente interino” que cumpla sus órdenes.

Desde Washington ni siquiera se ocultan los verdaderos intereses del plan golpista.

Incluso el asesor de seguridad de la CasaBlanca, John Bolton, confirmó que “haría una gran diferencia” si petroleras estadounidenses pudieran acceder a los pozos de crudo de Venezuela.

“Estamos conversando con las principales compañías estadounidenses ahora”, apuntó Bolton, y añadió que su objetivo es que esas empresas “produzcan el petróleo en Venezuela“.

Estas declaraciones fueron ofrecidas horas después que el propio Bolton anunciara la imposición de sanciones contra la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).Las medidas adoptadas por el Departamento del Tesoro implican la congelación de los activos de  la estatal venezolana en Estados Unidos, incluida Citgo su filial en este país, así como de los ingresos que se produzcan por la venta de petróleo.Asimismo, Washington prohibió a las empresas norteamericanas que  tengan negocios con la petrolera venezolana.

Con estas medidas, EE.UU. espera bloquear  7.000 millones  de dólares en activos y ocasionarle a PDVSA pérdidas por  más de 11.000 millones por exportaciones perdidas, con el fin de debilitar aún más la economía venezolana y facilitar la salida de Maduro.

El funcionario norteamericano reconoció ante las cámaras que si el presidente  Maduro, resultara derrocado, eso implicaría un “gran avance” para crear “oportunidades de negocio” en la región.

 

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